La música barroca es un estilo de música que entra dentro de lo que hoy en día se denomina música clásica, y que comprende el estilo y la influencia de un siglo y medio desde los años 1600 hasta el 1750 aproximadamente. Aparece justo después del periodo conocido como renacimiento, por lo que encontramos una gran influencia en sus compositores, sobre todo a comienzos del siglo XVII.
El término “Barroco” procede del portugués y significa “Perla irregular” y tiene claras connotaciones negativas, sobre todo en referencia a la arquitectura de la época, que acostumbraba a usar las líneas curvas y el retorcimiento de las formas. También se relaciona con el tipo de decoración que impedía dejar huecos vacíos “horror vacu”.
La época musical del barroco se caracteriza por introducir el concepto de tonalidad adaptado a las canciones o piezas, de modo que cada obra se escribía en una clave. Esta particularidad ha venido conservándose hasta nuestros días, donde la tonalidad sigue usándose en la época moderna.
En ocasiones, los músicos barrocos solían improvisar líneas melódicas acompañados por la viola, el contrabajo o el laúd y realizaban cambios en la anotación musical para no olvidarlos y poder repetirlos. Destacan las “suites de baile” inspiradas en los bailes de la realeza, pero que pese a su nombre, se creaban para ser escuchadas y no para bailarse.
La música barroca creció en complejidad respecto a la del renacimiento y estableció nuevas formas de ejecución instrumental, cuyos términos siguen vigentes actualmente, como el caso de la Tocata, Fuga, Concerto grosso…etc.
Entre los compositores más conocidos de la época barroca podemos encontrar a: Johann Sebastian Bach, Antonio Vivaldi, George Friedrich Handel, Tomaso Albinoni o Johann Pachelbel, entre otros…