La música siempre ha estado vinculada con la religión con objeto de lograr un mayor énfasis o captar de una manera más intensa los sentimientos de las personas. Para ello, la propia Historia de la música se ha venido intercalando en las distintas facetas religiosas de cada época, desde los primeros villancicos populares que hablaban de Jesucristo, pasando por los celebérrimos temas clásicos compuestos por los mejores compositores del mundo, y otros géneros tan antiguos como el canto gregoriano, o tan modernos como la música góspel o el rock cristiano.
Por supuesto que no podemos olvidad la propia música religiosa que se hace en cada país. Cada religión tiene sus propias músicas inherentes y pertenecientes desde hace siglos. No podemos recoger cada una de ellas porque serían incontables e innumerables, pero al menos, citar que aparte de la música cristiana, existe la música budista, música hinduista, la música tradicional africana que se cantaba a los dioses, y otras tantas interpretaciones repartidas por todo el planeta.